viernes, 17 de julio de 2009

autoretrato, borrador

Una vez un hombre que vendía panchos me dijo"sirvase caballero" cuando me dio el vuelto. Se corrigió inmediatamente pero ya lo habia dicho. Mido un metro ochenta y tengo el pelo cortito. No me maquillo, no uso aros ni anillos pero tengo voz de pito y un par de tetas grandes que tardaron en crecerme. La uña del dedo chiquito del pie me crece para arriba como una navaja. A veces cuando uso zapatos y tengo las uñas largas, la navaja me atraviesa la piel del dedo de al lado -el anular sería, aunque no se si el termino aplica para los dedos del pie-
Será quizas por eso que ando siempre en patas, aunque soy mas bien de la idea de que no hay placer mas grande que sentir todos los puntos de apoyo y el contacto con el material de turno que hace de suelo.
Me refugio en el rincon de la cocina, ahi donde el ventanal y la estufa se encuentran para hacer de aquel hueco mi hueco. En ese rincon, con la espalda contra el fuego, lloro.
Me enamora la gente. me enamoran las historias y las arrugas cuando se nota en los ojos que las han vivido. No soy amiga de los perros, prefiero los gatos. Disfruto mucho ver a las personas concentradas tratando de descifrar algun mecanismo o descubrir a mi hermana juana bailando cuando cree que nadie la ve. Soy de las que siempre piden los mismos gustos de helado pero de las que inventan recetas mezclando especias, agregandole a todo curry, pedacitos de gengibre y unas gotitas de miel. Mi celular nunca tiene crédito ni mi auto nafta. . Cuando viajo en avion se me tapan los oidos y a veces se me acalambra un pie cuando hago el amor. Los momentos mas felices de mi vida los recuerdo de viaje, recorriendo mercados y perdiendome deliberadamente por calles adoquinadas. Tengo el poder de la telepatia y me persiguen las coincidencias.

maría

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