-hasta que tengamos un manifiesto que reemplace esta entrada-
sin intentar reemplazar los vinos, los mates ni los amaneceres...
abrimos esta tierra de nadie para que se llene de letras, y que con sus letras se llene de ideas,
y con sus ideas se nos llenen los zapatos (como se llenan de arena).
Para los domingos una consigna que sea un empujon de hamaca, y para el resto de la semana un desayuno en la cama de palabras tejidas desde donde quiera que estemos.
domingo, 12 de julio de 2009
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