jueves, 23 de julio de 2009

Espera el colectivo que no llega y prende un cigarrillo invocando a Murphy y todas sus leyes. Espera la llegada de su amado y la comida se le vuelve a enfriar. Esperan impacientes que sean las doce para abrir los regalos de navidad, de la misma manera que esperan los comienzos de las historias y los finales de las siestas para salir a correr al sol. A ellos en cambio, no les queda mas que esperar la muerte mientras pintan tarjetas y tejen crochet en el geriatrico en el que fueron dejados. Espera ella que esta vez el evatest le de positivo mientras paradojicamente otra ella busca en una clinica clandestina que una mujer llame su nombre y ella deje de estar esperando. Espera la multitud enloquecida que los artistas reciban sus aplausos y hagan el bis que tienen preparado. Espera ella, acaparandose el telefono y controlando a cada instante que tenga tono, que el la llame. El espera sorprenderla esta vez y llegar a tiempo. Espera el niño que lo pasen a buscar en un patio ya vacio en el que solo queda Manuel, el portero, y la maestra impaciente que mira el reloj y marca con su pie los segundos que pierde. Esperan ellos comer sus sobras. Espera ella que alguien, no importa quien, la mire fijo y le devele que tiene que hacer con su vida. Espera otro animarse esta vez a saltar del trampolin como tambien estan los esperan esta vez acertar, sacarse el loto y dejar de trabajar. Espera la pequeña que sea certo que todos los perros van al cielo mientras observa a su padre enterrando a su amigo. Espera que no voltee la cabeza una vez pasado migraciones, sabe que no podria soportar semajante agonia. Espera que desobedezca y lea la carta antes de partir. Espera que no llueva en su cumpleaños, y que se le cumplan los deseos. Mira fijo el cielo y espera ver una estrella fugaz. Espero que alguna vez se le pase a ella el dolor.

maría

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