Surgio de encierro, pero sigue medio encerrado.... se me estan entumeciendo las ideas... necesito de ustedes pronto
Brilla el sol. Siento que traspasa el ventanal y me alcanza con mas fuerza. Ella se acerca y me saluda como si me conociese. Me acerca un plato de aluminio o algun otro material que me responde con un reflejo. Tiene dos pastillas, una roja y otra blanca. Miro la pastilla, la puedo ver. Miro su brazo que es gordo y peludo. La miro a ella, que me sonrie. Yo le sonrio. Me ofrece un vaso de vidrio con agua. Por alguna razon confio.. Me vuelve a sonreir, en este lugar la gente sonrie por demas. Sonrisas de extraños que no comprendo. Veo su culo como dos barriles de vino achicarse a media que se aleja…. Brilla el sol, lo siento en mi cara. Un pasillo vacio. No cantan pajaros pero el sol brilla. ¿Quién es usted? ¿me conoce? Sonrio respondiendo a su sonrisa. Trae bolsas de plastico: Un frasco de café y unas galletitas que según dice son mis preferidas. Una sombra se aproxima a mi barbilla, y una tela suave y blanca me acaricia y seca mi saliva goteante. No lo habia notado. El lo noto. Quizas sepa guardar el secreto. Me sonrie. ¿Qué como estoy? Lo miro, sonrio, no contesto y el cree que no lo entiendo. No lo conozco, o quizas si y lo he olvidado. Usted conoce a Pieter? Pieter es mi hijo. Quizas sea amigo de mi hijo o algun embajador que viene a saludarme en nombre del rey. Los embajadores suelen ser muy correctos y suelen sonreir a cada rato como este hombre. De que se rie? no lo comprendo ¿lo conozco? Brilla el sol. Debiera ir de visita a lo de tante Vic y tomar una chocolatada caliente antes de salir hacia la clase de atletismo. Tengo que avisar al equipo que no olviden llevar la nueva camiseta que hoy…. Ya se va? Waar gaat jij? Mischien naar tante vic? Wij kuneen samen gaan…Brilla el sol. Lo puedo sentir en mi cara. Cierro los ojos para no olvidar nunca la sensación. Ahí esta mi amiga la ardilla. Alle Meisje kom. Venite dale que tengo algo para vos que guarde de la cena. Eso, muy bien. Es para usted. Lo guarde para usted. La gorda hace sonar una campana de mano y me mira como esperando mi respuesta. Se abre una puerta a mis espaldas de donde sale una mujer muy mayor, casi pelada, ayudandose con un andador. Me sonrie, todos aquí sonrien. La gorda se acerca, me toma de atrás y me ayuda a levantarme. Me sonrie y me acompaña hasta la mesa donde otros ancianos me esperan, sonriendome. Y ahí me deja, y ahí me quedo, mirando fijamente la sopa.
maría
domingo, 16 de agosto de 2009
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Una pinturita, para variar.
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